A Isabel la conocí en un momento de gran ilusión y esfuerzo de nuestras vidas, éramos compañeras de trabajo en una gran empresa de aviación. Ella en el departamento de Despacho de Vuelos y, yo, en el Departamento Comercial y Planning. Ella llamaba más la atención que yo, por lo menos a mí me resultaba única, porque así era; la única mujer en un entorno de hombres. Iba uniformada, y sus compañeros, no sé si en un alarde de protección o de aceptación, decían que para ellos era “uno” más. Maldita manía de perpetuar con el lenguaje lo que molesta.
Hace días que pienso y sueño con ella. Me ha impactado muchísimo la noticia (http://www.diariodemallorca.es/sucesos/2014/07/25/mallorquines-pilotaban-avion-estrellado-mali/949584.html) Me ha impactado…Hace más de 15 años me contó que era piloto que hacía de “flight dispatcher” porque buscaba en nuestra empresa, Spanair, que le dieran la oportunidad de volar, ésa era su pasión. No era fácil, la empresa no era especialmente proclive a dar oportunidades a las mujeres. En esos momentos sólo había una comandante e Isabel quería ser «segundo» (copiloto).
Una vez me dijo: “Soy mallorquina, no tengo padrino y no soy guapa; lo voy a tener difícil”.
Pero llegó, dejó de controlar el panel de avioncitos de la compañía en la oscura sala de Operaciones para sentarse en su propia cabina, de copiloto y controlar los mandos de un avión. Lo consiguó…
En las fotos la veo con una sonrisa muy amplia, larga, completa . Y no la recordaba así cuando me cruzaba con ella por los pasillos o cuando nos reuníamos en Operaciones para las cuestiones de la operativa del día. Siempre preocupada, seria, con un toque reivindicativo, luchando por llegar al asiento de la cabina de cualquiera de los MD-83 de Spanair. Ahora entiendo que tuvo que ser muy complejo demostrar que era tan buena como cualquiera de sus compañeros-hombres, ¡o incluso, mejor! Por eso subió, y voló y voló y en unos de los vuelos, bien alto, se quedó.
Isabel, por ti, en mi mente, en mi corazón, para siempre como ejemplo de mujer valiente, luchadora y gran profesional. Que lo más que te gustaba, esté en los cielos y te recompense tu largo camino hacia la meta: ¡¡Al infinito y más allá, compañera!!