A POR LA SEGUNDA TRANSICIÓN ESPAÑOLA

Muy interesante este análisis de Guillermo de la Dehesa. Estoy de acuerdo en que España necesita una segunda transición, empezando por un cambio en los valores personales de los ciudadanos y una limpieza en la clase política y dirigentes que todos elegimos. Necesitamos dar paso a personas con verdadera vocación de trabajo e ilusión… 
 
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¿Una segunda transición?

 
gdeladehesa
Guillermo de la Dehesa 
Presidente del Centre for Economic Policy Research 
(CEPR)
 
 
 
Estos son algunos de los serios problemas institucionales, económicos y políticos que están aflorando en España. Primero, el sector público es hoy demasiado grande para poder ser financiado con los ingresos fiscales procedentes de sus ciudadanos y empresas. Hay que luchar contra la evasión fiscal, al estar el IRPF excesivamente concentrado en los asalariados, pensionistas y autónomos y al ser la evasión del IVA todavía muy elevada.

En 2008, antes de la recesión, 18,65 millones de personas declararon por IRPF, pero solo 8.590 (el 0,046%) declararon ingresos superiores a 600.000 euros; 87.300 (el 0,47%) entre 150.000 y 600.000 euros y 677.000 (el 3,63%) entre 60.000 y 150.000 euros. Es decir, el 95,85% declaró rentas inferiores a 60.000 euros y solo el 4,15% declaró rentas superiores a 60.000 euros. En 2010, los declarantes de más de 600.000 euros cayeron a 5.189 y los de entre 150.000 y 600.000 euros a 67.744.

En 2012, la Comisión Europea ha estimado que la economía sumergida en España alcanzaba el 19,2% del PIB y otras estimaciones llegan el 25% del PIB. Esta contiene actividades productivas que evaden impuestos directos e indirectos, Seguridad Social, salarios mínimos, etcétera, contribuyendo a que nuestros ingresos por IVA sean el 5,4% del PIB frente al 7% de media de la UE.

A la sumergida hay que añadirle la ilícita, compuesta por actividades delictivas (terrorismo, contrabando de mujeres, niños, especies, órganos, drogas y armas, blanqueo de dinero, prostitución, consumo de drogas) financiadas con billetes en euros y dólares de alta denominación, cuyos propietarios no pueden ser detectados por ser al portador. Lamentablemente, en 2007, circulaban en España el 36% de todos los billetes de 500 y 200 euros de la Eurozona, cuando nuestro peso porcentual de su PIB total era del 11,9%.

Son los impuestos propios los que justifican una representación política y no al revés

Segundo, a esta corrupción privada hay que añadir la política o pública, que afecta a aquellos políticos, gobernantes y administradores públicos que abusan de su poder vendiendo bienes públicos por debajo de su valor o dando concesiones administrativas por encima de su valor, para obtener una ganancia privada o partidista.

El índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional (2012) clasifica a España en el puesto 30 detrás de Chipre y de Botsuana y por delante de Portugal, cuando la gran mayoría de los países de la Eurozona están entre los 22 primeros, salvo Italia (72).

Corrupción privada y pública atañen a la inspección fiscal, Policía, Guardia Civil y también a la justicia, que siendo mayoritariamente eficiente, es excesivamente lenta, haciendo que muchos delitos prescriban antes de llegar a la Audiencia o al Supremo, incentivando a muchos delincuentes extranjeros a residir en España.

Tercero, el sector público es grande y menos eficiente que en otros países europeos al solaparse en cuatro niveles distintos de Administraciones públicas y necesita cuanto antes una profunda reorganización de sus niveles y competencias.

En 2010, el 40% de nuestros 47 millones de habitantes residía en 33 municipios de más de 100.000 habitantes, ocupando solo el 1% del territorio nacional. El 52% vivía en 83 municipios de más de 50.000 habitantes y el 68% en 252 municipios de más de 20.000 habitantes, pero existen 8.114 ayuntamientos. Siendo 168 ayuntamientos los que hacen frente a la mayoría de las demandas económicas y sociales de los ciudadanos, son las comunidades autónomas las que concentran el mayor poder de gasto, y la Administración central quien concentra el mayor poder de ingreso.

También en 2010, el mayor gasto del Estado lo hacían las autonomías (35% del total y 16% del PIB), seguidas de la Seguridad Social (32% del total y 14% del PIB), de la Administración central (20% del total y 9% del PIB) y de los ayuntamientos (13% del total y 6% del PIB). El mayor ingreso lo recaudaba la Administración central (37% del total y 13% del PIB), seguida de la Seguridad Social (33% del total y 12% del PIB), las autonomías (19% del total y 7% del PIB) y los ayuntamientos (11% del total y 4% del PIB).

Patronales y sindicatos son en parte responsables de los desmesurados niveles de paro

Esta asignación territorial de ingresos y gastos debe modificarse para que los servicios de las Administraciones públicas estén más cerca de las demandas de los ciudadanos y para que cada Administración, especialmente las autonómicas, intente mejorar sus propios ingresos fiscales recaudándolos de sus propios ciudadanos, en lugar de vivir solamente de las transferencias de la Administración central, sin recaudar incluso impuestos cedidos. Son los impuestos los que justifican una representación política y no al revés.

El número de empresas públicas, especialmente autonómicas y municipales, es desproporcionado y mayoritariamente en pérdidas, siendo algunas más un sistema de generación de nóminas y dietas, de colocación de políticos y de captura de rentas que un medio eficaz de enfrentar necesidades económicas. Han proliferado las televisiones autonómicas, financieramente insostenibles, perdiendo 1.600 millones en 2011.

Cuarto, en los partidos políticos ha comenzado a primar el interés partidista sobre el general. No han invertido recursos suficientes para mejorar la excelencia en aquellos factores de producción intangibles (educación, formación, investigación, desarrollo, innovación y tecnología) que generan ya la mayoría del crecimiento de las economías avanzadas. Muchos Gobiernos autónomos y locales han primado la inversión en bienes tangibles, como suelo, construcción y vivienda, porque, entre otras razones, podían llegar a generar una apropiación de rentas al ser contratadas o conceder sus permisos.
Durante más de dos siglos, las cajas de ahorro han sido fundamentales para financiar el desarrollo local, provincial y regional español, mientras sus obras sociales aportaban servicios públicos necesarios. La Ley de Órganos Rectores de las Cajas de 1985 intentó “democratizar” sus órganos de gobierno, obligando a que en sus asambleas estuviesen presentes representantes de corporaciones municipales y provinciales, impositores, empleados y la corporación fundadora. Finalmente, la mayoría de miembros de sus asambleas, consejos y obras sociales han terminado siendo políticos y representantes sindicales.

El resultado final es que de 46 cajas existentes en 2009, hoy solo quedan 11 bancos de cajas, 3 de ellos nacionalizados agrupando 12 cajas, y 2 cajas pequeñas. Excluyendo aquellas Cajas cuyos directores rechazaron determinados deseos de sus presidentes y consejos (logrando mantenerse en sus puestos) muchas han terminado quebrando, siendo fusionadas o compradas. Durante la burbuja, las cajas aumentaron un 25% sus sucursales y un 27% su personal, mientras los bancos los reducían en un 5%.

Quinto, en los interlocutores sociales, patronales y sindicatos, parte fundamental de la sociedad civil, también prima su interés corporativo. Han sido, en buena parte, responsables de nuestros desmesurados niveles de paro, al no ponerse de acuerdo, oponerse o impedir varias reformas laborales. España es líder de la UE con 6.000 convenios colectivos, mayoritariamente provinciales que, hasta la reciente reforma laboral, han provocado cierres masivos de pymes en cada recesión.

En lugar de organizarse a nivel sectorial y nacional, como en la mayoría de la UE, lo están también a nivel regional y provincial e incluso local, creando organizaciones excesivamente grandes y costosas para su actividad real. Además, cada uno recibe cientos de millones de euros anuales de subvenciones procedentes de la cuota de Formación Profesional y del Fondo Social Europeo, para facilitar la formación profesional continua.

A pesar de recibir elevadas subvenciones públicas, los sindicatos no publican todavía cuentas auditadas por auditores independientes y la CEOE por vez primera ha publicado este año las de 2011. En 2001, una inspección del FORCEM por el Fondo Social Europeo mostró que una parte de sus subvenciones no había sido invertida en formación profesional continua, exigiendo su devolución.
Para cambiar cuanto antes el rumbo de estas graves y nocivas tendencias, la débil sociedad civil española debe reorganizarse y los dos grandes partidos políticos deben promover, conjuntamente, cambios legislativos y constitucionales.


 

 For our journey is not complete until our wives, our mothers and daughters can earn a living equal to their efforts…

CNN Politics

Vice President Biden, Mr. Chief Justice, members of the United States Congress, distinguished guests, and fellow citizens: 
Each time we gather to inaugurate a President we bear witness to the enduring strength of our Constitution. We affirm the promise of our democracy. We recall that what binds this nation together is not the colors of our skin or the tenets of our faith or the origins of our names. What makes us exceptional – what makes us American – is our allegiance to an idea articulated in a declaration made more than two centuries ago:
“We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal; that they are endowed by their Creator with certain unalienable rights; that among these are life, liberty, and the pursuit of happiness.” 
Today we continue a never-ending journey to bridge the meaning of those words with the realities of our time. For history tells us that while these truths may be self-evident, they’ve never been self-executing; that while freedom is a gift from God, it must be secured by His people here on Earth.  The patriots of 1776 did not fight to replace the tyranny of a king with the privileges of a few or the rule of a mob. They gave to us a republic, a government of, and by, and for the people, entrusting each generation to keep safe our founding creed. 
And for more than two hundred years, we have. 
Through blood drawn by lash and blood drawn by sword, we learned that no union founded on the principles of liberty and equality could survive half-slave and half-free. We made ourselves anew, and vowed to move forward together. 
Together, we determined that a modern economy requires railroads and highways to speed travel and commerce, schools and colleges to train our workers. 
Together, we discovered that a free market only thrives when there are rules to ensure competition and fair play. 
Together, we resolved that a great nation must care for the vulnerable, and protect its people from life’s worst hazards and misfortune. 
Through it all, we have never relinquished our skepticism of central authority, nor have we succumbed to the fiction that all society’s ills can be cured through government alone. Our celebration of initiative and enterprise, our insistence on hard work and personal responsibility, these are constants in our character.
But we have always understood that when times change, so must we; that fidelity to our founding principles requires new responses to new challenges; that preserving our individual freedoms ultimately requires collective action. For the American people can no more meet the demands of today’s world by acting alone than American soldiers could have met the forces of fascism or communism with muskets and militias. No single person can train all the math and science teachers we’ll need to equip our children for the future, or build the roads and networks and research labs that will bring new jobs and businesses to our shores. Now, more than ever, we must do these things together, as one nation and one people.
This generation of Americans has been tested by crises that steeled our resolve and proved our resilience. A decade of war is now ending. An economic recovery has begun.  America’s possibilities are limitless, for we possess all the qualities that this world without boundaries demands: youth and drive; diversity and openness; an endless capacity for risk and a gift for reinvention. My fellow Americans, we are made for this moment, and we will seize it – so long as we seize it together.
For we, the people, understand that our country cannot succeed when a shrinking few do very well and a growing many barely make it.  We believe that America’s prosperity must rest upon the broad shoulders of a rising middle class. We know that America thrives when every person can find independence and pride in their work; when the wages of honest labor liberate families from the brink of hardship. We are true to our creed when a little girl born into the bleakest poverty knows that she has the same chance to succeed as anybody else, because she is an American; she is free, and she is equal, not just in the eyes of God but also in our own.
We understand that outworn programs are inadequate to the needs of our time. So we must harness new ideas and technology to remake our government, revamp our tax code, reform our schools, and empower our citizens with the skills they need to work harder, learn more, reach higher. But while the means will change, our purpose endures: a nation that rewards the effort and determination of every single American. That is what this moment requires. That is what will give real meaning to our creed. 
We, the people, still believe that every citizen deserves a basic measure of security and dignity. We must make the hard choices to reduce the cost of health care and the size of our deficit. But we reject the belief that America must choose between caring for the generation that built this country and investing in the generation that will build its future.  For we remember the lessons of our past, when twilight years were spent in poverty and parents of a child with a disability had nowhere to turn. 
We do not believe that in this country freedom is reserved for the lucky, or happiness for the few. We recognize that no matter how responsibly we live our lives, any one of us at any time may face a job loss, or a sudden illness, or a home swept away in a terrible storm. The commitments we make to each other through Medicare and Medicaid and Social Security, these things do not sap our initiative, they strengthen us. They do not make us a nation of takers; they free us to take the risks that make this country great.
We, the people, still believe that our obligations as Americans are not just to ourselves, but to all posterity. We will respond to the threat of climate change, knowing that the failure to do so would betray our children and future generations.  Some may still deny the overwhelming judgment of science, but none can avoid the devastating impact of raging fires and crippling drought and more powerful storms. 
The path towards sustainable energy sources will be long and sometimes difficult. But America cannot resist this transition, we must lead it. We cannot cede to other nations the technology that will power new jobs and new industries, we must claim its promise. That’s how we will maintain our economic vitality and our national treasure – our forests and waterways, our crop lands and snow-capped peaks. That is how we will preserve our planet, commanded to our care by God. That’s what will lend meaning to the creed our fathers once declared.
We, the people, still believe that enduring security and lasting peace do not require perpetual war.  Our brave men and women in uniform, tempered by the flames of battle, are unmatched in skill and courage.  Our citizens, seared by the memory of those we have lost, know too well the price that is paid for liberty. The knowledge of their sacrifice will keep us forever vigilant against those who would do us harm. But we are also heirs to those who won the peace and not just the war; who turned sworn enemies into the surest of friends – and we must carry those lessons into this time as well.
We will defend our people and uphold our values through strength of arms and rule of law. We will show the courage to try and resolve our differences with other nations peacefully –- not because we are naïve about the dangers we face, but because engagement can more durably lift suspicion and fear.
America will remain the anchor of strong alliances in every corner of the globe. And we will renew those institutions that extend our capacity to manage crisis abroad, for no one has a greater stake in a peaceful world than its most powerful nation. We will support democracy from Asia to Africa, from the Americas to the Middle East, because our interests and our conscience compel us to act on behalf of those who long for freedom. And we must be a source of hope to the poor, the sick, the marginalized, the victims of prejudice –- not out of mere charity, but because peace in our time requires the constant advance of those principles that our common creed describes: tolerance and opportunity, human dignity and justice. 
We, the people, declare today that the most evident of truths –- that all of us are created equal –- is the star that guides us still; just as it guided our forebears through Seneca Falls, and Selma, and Stonewall; just as it guided all those men and women, sung and unsung, who left footprints along this great Mall, to hear a preacher say that we cannot walk alone; to hear a King proclaim that our individual freedom is inextricably bound to the freedom of every soul on Earth.
It is now our generation’s task to carry on what those pioneers began. For our journey is not complete until our wives, our mothers and daughters can earn a living equal to their efforts. Our journey is not complete until our gay brothers and sisters are treated like anyone else under the law –- – for if we are truly created equal, then surely the love we commit to one another must be equal as well.  Our journey is not complete until no citizen is forced to wait for hours to exercise the right to vote.  Our journey is not complete until we find a better way to welcome the striving, hopeful immigrants who still see America as a land of opportunity  – until bright young students and engineers are enlisted in our workforce rather than expelled from our country.  Our journey is not complete until all our children, from the streets of Detroit to the hills of Appalachia, to the quiet lanes of Newtown, know that they are cared for and cherished and always safe from harm. 
That is our generation’s task – to make these words, these rights, these values of life and liberty and the pursuit of happiness real for every American. Being true to our founding documents does not require us to agree on every contour of life. It does not mean we all define liberty in exactly the same way or follow the same precise path to happiness. Progress does not compel us to settle centuries-long debates about the role of government for all time, but it does require us to act in our time. 
For now decisions are upon us and we cannot afford delay. We cannot mistake absolutism for principle, or substitute spectacle for politics, or treat name-calling as reasoned debate.  We must act, knowing that our work will be imperfect. We must act, knowing that today’s victories will be only partial and that it will be up to those who stand here in four years and 40 years and 400 years hence to advance the timeless spirit once conferred to us in a spare Philadelphia hall. 
My fellow Americans, the oath I have sworn before you today, like the one recited by others who serve in this Capitol, was an oath to God and country, not party or faction. And we must faithfully execute that pledge during the duration of our service. But the words I spoke today are not so different from the oath that is taken each time a soldier signs up for duty or an immigrant realizes her dream. My oath is not so different from the pledge we all make to the flag that waves above and that fills our hearts with pride. 
They are the words of citizens and they represent our greatest hope. You and I, as citizens, have the power to set this country’s course. You and I, as citizens, have the obligation to shape the debates of our time – not only with the votes we cast, but with the voices we lift in defense of our most ancient values and enduring ideals.
Let us, each of us, now embrace with solemn duty and awesome joy what is our lasting birthright. With common effort and common purpose, with passion and dedication, let us answer the call of history and carry into an uncertain future that precious light of freedom. 
Thank you. God bless you, and may He forever bless these United States of America.

LA LIBERTAD

“Hoy he borrado el número de mi casa
y el nombre de la calle donde vivo.
He cambiado la dirección de todos los caminos.
Si queréis encontrarme ahora
llamad a cualquier puerta de cualquier calle
en cualquier ciudad en cualquier parte del mundo.
Esta maldición, esta bendición:
dondequiera que encontréis la libertad, allí tengo mi morada.”
Amrita Pritam (1919-2005)

MUJERES ETERNAMENTE MENORES DE EDAD

En un mundo globalizado, lo que le ocurre a las mujeres de Irán me ocurre a mi…

 

Iranian single women might need father’s permission to go abroad

Parliamentary bill proposes requirement for single women to obtain official consent from their guardian to leave country
An Iranian woman 010
An Iranian woman shows writing on her hands saying women should have the same rights as men. Photograph: Abedin Taherkenareh/EPA      
Single women in Iran will need the permission of their guardians to be able to leave the country if a new bill secures enough votes in parliament.
At the moment, unmarried women and men above the age of 18 can leave the country if they have a passport but, according to the new bill, single women would need official consent from their guardian, usually their father.
Married women in Iran always need their husband’s permission to be able to hold a passport both under the current legislation that dates back to the pre-1979 Islamic revolution and under the proposed bill.
Husbands can ban their wives from leaving the country at any time. Divorced women, however, are currently free to hold a passport and leave the country without permission.
«Anyone above the age of 18 can apply for a passport,» Hossein Naghavi-Hosseini, the speaker of the parliamentary committee on national security and foreign policy told the semi-official Isna news agency. «According to this bill … married women of any age need the written consent of their husband to be able to have a passport and single women above the age of 18 will need the permission of their guardian.» Single women whose guardian denies them permission could dispute the decision in a court.
Since the 1979 Islamic revolution, women’s rights campaigners have struggled to abolish the need for the husband’s consent but the new bill, if passed, would be a major setback.
Shadi Sadr, a prominent women’s rights activist and human rights lawyer, told the Guardian: «The mentality behind these controversial laws is that women should have owners, to give power to men to have control over women.» The majority of people inside Iran who were barred from leaving the country were either women who did not have the permission of their husbands or tax evaders, she added.
Mohammad Mostafaei, a well-known Iranian lawyer currently living in exile in the Netherlands, called the need for permission «the modern slavery». In an article published on the opposition website Rahesabz he writes: «Only slaves at the time of slavery needed permission to go here or there.»
Barring citizens from leaving the country is one of the ways the Islamic republic has punished many of its critics in recent years. In a recent example, the family members of the jailed award-winning lawyer, Nasrin Sotoudeh, including her 12-year-old daughter, were subjected to a travel ban.

If this is your Life, then this is your car…Si esta es tu vida…

The Motherhood feat. Fiat 500L

  

Sin duda esta es la vida de muchas mujeres de hoy, lo que no tengo tan claro es que este sea nuestro coche…

Los publicistas lo hacen muy bien: analizan y capturan con claridad y realidad, las escenas cotidianas de nuestras vidas para plasmarlas en sus anuncios, a veces con la intención de crear ilusión «de ser» si utilizamos ese producto; y otras veces, para lanzarnos a la cara que o compras ese producto o a cada amanecer nos derrumbaremos al ver la puta realidad, gracias Mónica Naranjo….

¡Bendita publicidad!, ¡benditos anuncios, que reflejan las miserias de lo que somos y la grandeza de lo que querríamos ser!!


How the Fiat ad captures the essence of modern motherhood

 
Right now, the Fiat 500L mum is right for us. She may not have it all but she does it all and that’s become a badge of honour
You don’t get much less aspirational than the harassed mum character in the Fiat 500L advert. Stepping over the tide of kiddie-trash that sweeps over any family carpet, she raps out a readily identifiable tale – one based on extensive focus group interviews with mothers. Her «babes» are her two children, her «bitches» are her dogs, and her «hoes»‚ well, it’s just a hose. She’s got the episiotomy scar and the yoghurt-smeared laptop. Her life is a war of attrition against domestic havoc, and her only escape is a book club, which she joined just so she could drink wine. There are only a few shots of the car, and no information at all about what it does, but the message is obvious: if this is your life, then this is your car.
And presumably plenty of people see their life in the video, given that it’s clocked up over 2m views on YouTube. In one respect, this assault of the familiar represents an escape of sorts from the relentlessly bloody upscale tone of the average car ad‚ whimsical youngsters scampering about town to a sickly-twee indie pop soundtrack, or the achingly clever brand-building of the Honda ads. Screw «the power of dreams»: the Fiat ad is very much aimed at someone who’d appreciate the power of eight hours’ sleep uninterrupted by a child who needs a wee/a glass of water/reassurance that the Lightning McQueen poster on their wall hasn’t come to life and started giving them funny looks.
But in another way, it’s a version of the self-defeating humblebrag that can give motherhood its special nightmarish quality. Being impregnated doesn’t have to be the first stage in a complicated, decades-long process of martyrdom, but plenty of people take it that way anyway. Torn perineums, cracked nipples and black bags under your eyes aren’t just the acceptable price of generating new life: they become the marks of your commitment to maternity. The playground plaints about how busy you are aren’t necessarily designed to inspire pity or aid, so much as a deep and awestruck admiration in your listener for just how much you do. Because the more hectically overworked your are, the logic goes, the better a mother you must be.
Dads don’t seem to have the same impulse for competitive misery. In fact, fathers often get a version of the glass escalator, whereby their simple maleness elevates minor parental actions to achievements of heroic wonder. Things like doing the school run, making the packed lunches or washing the school shirts – the kind of entry-level parenting without which your children would be naked, hungry and not even at school – can win coos of applause and admiring remarks about how good it is that he «helps». If you’re a mum who does this stuff with grinding regularity and no public applause, then this might well piss you off. The chaps have every right to feel mightily insulted too: if providing basic care for their children gets them petted like a dog walking on its hind legs, just how low must our paternal expectations be?
But ads aren’t pitched to the utopian future society we might become‚ a future where women don’t embrace a packhorse destiny and a man is allowed to change a nappy without someone organising a chorus line to do a high-kicking routine in praise of his masculine virtue. Ads are designed to sell to us as we are now, with all our flaws and susceptibilities and right now, the Fiat 500L mum is right for us: in her photogenically haggard way, there’s something aspirational to her after all. She might not have it all, but she does it all, and that’s a badge of honour. As the chorus goes, «You’re in the motherhood/And you’re in for good.» But if no one wanted to be in the motherhood, no one would buy the car that shows the world you belong there. Fiat knows that telling other people we’re doing too much is what mums really do best.

NO PUEDE SER, AQUÍ FALTAN DATOS…

maltrato

Custodia compartida para un padre condenado por violencia de género

Una juez de Dénia ha concedido la guarda y custodia compartida de un niño a su padre, a pesar de que este había sido condenado “por un delito de lesiones leves en el ámbito de la violencia de género” a la madre, según recoge la sentencia de divorcio del matrimonio, publicada hace dos semanas. La madre, María Nieves G., había solicitado la guarda y custodia para sí, con un régimen de visitas para el padre limitado a fines de semana alternos y un día entre semana. La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Dénia aceptó, en cambio, en línea con el fiscal, la petición del padre, Juan Bautista F. Y lo motivó señalando que no estaba acreditado que existiera riesgo para el menor ni para la cónyuge —la madre no alegó tal cosa en el procedimiento, ni al ser preguntada por la juez, señala el fallo—, y que durante el régimen de visitas establecido transitoriamente hasta que hubiese sentencia, no se produjo ningún “incidente” que reflejase peligro.
La juez consideró que, en tal contexto, debía prevalecer “la protección del interés del menor”, concretada en mantener la relación con ambos progenitores. La magistrada recuerda en el fallo que la ley veta de forma general la guarda conjunta cuando uno de los cónyuges “esté incurso en un proceso penal iniciado por atentar contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del otro cónyuge o de los hijos que convivan con ambos”. Y también, cuando de las alegaciones de las partes y las pruebas practicadas el juez advierta “indicios fundados de violencia doméstica”. La juez constata que, en este caso, no es que el padre estuviese incurso en un procedimiento penal “sino que ha sido condenado por un delito relacionado con la violencia de género”. Pero se acoge a una excepción contemplada en el mismo Código Civil, que permite obviar las prevenciones anteriores y decretar la guarda compartida “fundamentándola en que solo de esta forma se protege adecuadamente el interés superior del menor”.
La magistrada —que indica en la resolución que la condena por lesiones leves fue dictada por su propio juzgado— cita sentencias del Supremo para concluir que no basta con que un progenitor esté incurso en un procedimiento relacionado con la violencia de género (o condenado), sino que dicha conducta penalmente perseguible debe “comportar un riesgo para los hijos o para el otro” cónyuge. De lo contrario, sigue, “el castigo al progenitor derivaría en un perjuicio para los hijos, que se verían privados de una relación normalizada con uno de sus progenitores sin causa objetiva para ello”.
La sentencia menciona que hay otros dos procedimientos en marcha entre los cónyuges. Una acusación de faltas contra el padre por haber publicado en Facebook el informe forense que se emitió durante el juicio por lesiones leves —“informe en el que se hace constar que se aprecia una lesión en la zona de la sien y ojo derecho que, tras la limpieza con agua, se constata que es maquillaje o colorete que no lleva en el lado contrario”, señala la juez—. Y otro procedimiento contra la madre, impulsado por el padre, por supuesta denuncia falsa por intentar, presuntamente, «incrementar los moratones mediante el uso de maquillaje».

"LA VIOLENCIA SE APRENDE Y LA VACUNA PARA LA VIOLENCIA ES LA EDUCACIÓN"

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Entrevista a la magistrada y vocal del Consejo General del Poder Judicial, Presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y Género, Excma. Dña. Inmaculada Montalbán.  

Una jurista humana en defensa de la mujeres violentadas. Asesora de Países Latinoamericanos en proyectos sobre Igualdad y Violencia de Género, referente en Europa por su tesón y rigurosidad. Gracias magistrada. 

Onda CIT Radio, programa «…porque el Río Suena…» Dirigido por Eva Padilla, 23 de noviembre de 2012

 

 

Testigos y víctimas invisibles

El nuevo Código Penal suprimirá el agravante de maltrato a la pareja en presencia de menores

EL PAIS, 25 de noviembre de 2012

Seremos más indiferentes al sufrimiento de los niños y niñas. El anteproyecto de reforma del Código Penal suprime inexplicablemente el agravante de maltrato a la pareja en presencia de los menores. Y lo hace en un momento en el que no hay un solo estudio que no incida en el atroz castigo que inflige a los hijos quien maltrata, insulta, veja o asesina a su pareja sin importarle el efecto que semejante brutalidad causa en los niños, las víctimas más indefensas en esta realidad de violencia. ¿Somos indiferentes?
El 25-N es una llamada de la ONU para sensibilizar contra la violencia sobre las mujeres. España es un ejemplo para otros países en el diagnóstico y respuesta institucional contra esta violencia que tantas justificaciones sociales y culturales todavía encuentra. Llevamos más de una década impulsando medidas para atajarla y podemos afirmar, hoy por hoy, que se ha acabado con la impunidad. Pero nos enfrentamos con una hidra con múltiples caras y tentáculos que se obstina en penetrar en la estructura social y convertir en invisibles las profundas heridas que provoca.
Como invisible ha sido el dolor de los hijos e hijas. Tradicionalmente las leyes los han contemplado como testigos de los hechos violentos. Hoy, los estudios nos dicen que son tan víctimas como sus madres. La exposición de los menores a la violencia de género ha sido calificada por el Defensor del Pueblo andaluz como una tipología de maltrato infantil. El menor sufre la misma violencia que la madre: oye o presencia los golpes, insultos o menosprecios, siente el miedo y la asfixia cuando la tensión está a punto de estallar.
Nuestro Código Penal fija mayor pena para el caso de maltrato habitual a la esposa o pareja en presencia de menores. Esta agravante puede desaparecer de seguir adelante la anunciada reforma del Código Penal. Supone ignorar una de las características específicas de la violencia de género, que suelen existir más víctimas añadidas. Con la desaparición de la agravante será indiferente el plus de sufrimiento y los negativos efectos de esta violencia en la salud y desarrollo de los menores.
Las 343 sentencias analizadas por el grupo de expertos del OVDyG dan cuenta de al menos 235 mujeres víctimas mortales con hijos o hijas; 35 sentencias relatan que fueron testigos del asesinato de la madre. Según la última macroencuesta del anterior Ministerio de Igualdad, casi 840.000 menores estuvieron expuestos a la violencia de género en 2010.
Estos datos confirman dos asertos conocidos. En primer lugar, que la violencia de género sigue siendo un problema público porque afecta a las estructuras básicas de la sociedad y puede tener profundas repercusiones sociales si se transmite como modelo de comportamiento y de resolución de conflictos. En segundo lugar, y ya se ha dicho, que presenta unas notas que la hacen diferente de otros delitos. Una de ellas es que no hay una sola víctima. Son las mujeres y también sus hijos e hijas.
Los menores son testigos directos o indirectos, a veces instrumentos utilizados para provocar daño en la madre, pero también son víctimas. No son meros apéndices de la madre. Son personas con identidad propia, cuyo sufrimiento traspasa los conocidos como “secretos de familia” y puede enquistarse en secuelas tales como agresividad, miedo, aislamiento, desconfianza. Son personas que necesitan apoyo psicosocial y atención especializada para tratar de superar sus experiencias traumáticas.
La fórmula no es recortar el reproche legal a quien habitualmente tortura y atenta contra la dignidad de la esposa en presencia de menores. El camino es seguir implantando la Ley Integral y hacer visibles a los niños y niñas como personas doloridas en su condición de víctimas de la violencia de género.
Inmaculada Montalbán es presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género (OVDyG).

"LA VIOLENCIA SE APRENDE Y LA VACUNA PARA LA VIOLENCIA ES LA EDUCACIÓN"

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  «LA VIOLENCIA SE APRENDE Y LA VACUNA PARA LA VIOLENCIA ES LA EDUCACIÓN»

 

Escucha la entrevista a la magistrada y vocal del Consejo General del Poder Judicial, Presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y Género, Excma. Dña. Inmaculada Montalbán.

 

 

 

Testigos y víctimas invisibles

El nuevo Código Penal suprimirá el agravante de maltrato a la pareja en presencia de menores

Seremos más indiferentes al sufrimiento de los niños y niñas. El anteproyecto de reforma del Código Penal suprime inexplicablemente el agravante de maltrato a la pareja en presencia de los menores. Y lo hace en un momento en el que no hay un solo estudio que no incida en el atroz castigo que inflige a los hijos quien maltrata, insulta, veja o asesina a su pareja sin importarle el efecto que semejante brutalidad causa en los niños, las víctimas más indefensas en esta realidad de violencia. ¿Somos indiferentes?
El 25-N es una llamada de la ONU para sensibilizar contra la violencia sobre las mujeres. España es un ejemplo para otros países en el diagnóstico y respuesta institucional contra esta violencia que tantas justificaciones sociales y culturales todavía encuentra. Llevamos más de una década impulsando medidas para atajarla y podemos afirmar, hoy por hoy, que se ha acabado con la impunidad. Pero nos enfrentamos con una hidra con múltiples caras y tentáculos que se obstina en penetrar en la estructura social y convertir en invisibles las profundas heridas que provoca.
Como invisible ha sido el dolor de los hijos e hijas. Tradicionalmente las leyes los han contemplado como testigos de los hechos violentos. Hoy, los estudios nos dicen que son tan víctimas como sus madres. La exposición de los menores a la violencia de género ha sido calificada por el Defensor del Pueblo andaluz como una tipología de maltrato infantil. El menor sufre la misma violencia que la madre: oye o presencia los golpes, insultos o menosprecios, siente el miedo y la asfixia cuando la tensión está a punto de estallar.
Nuestro Código Penal fija mayor pena para el caso de maltrato habitual a la esposa o pareja en presencia de menores. Esta agravante puede desaparecer de seguir adelante la anunciada reforma del Código Penal. Supone ignorar una de las características específicas de la violencia de género, que suelen existir más víctimas añadidas. Con la desaparición de la agravante será indiferente el plus de sufrimiento y los negativos efectos de esta violencia en la salud y desarrollo de los menores.
Las 343 sentencias analizadas por el grupo de expertos del OVDyG dan cuenta de al menos 235 mujeres víctimas mortales con hijos o hijas; 35 sentencias relatan que fueron testigos del asesinato de la madre. Según la última macroencuesta del anterior Ministerio de Igualdad, casi 840.000 menores estuvieron expuestos a la violencia de género en 2010.
Estos datos confirman dos asertos conocidos. En primer lugar, que la violencia de género sigue siendo un problema público porque afecta a las estructuras básicas de la sociedad y puede tener profundas repercusiones sociales si se transmite como modelo de comportamiento y de resolución de conflictos. En segundo lugar, y ya se ha dicho, que presenta unas notas que la hacen diferente de otros delitos. Una de ellas es que no hay una sola víctima. Son las mujeres y también sus hijos e hijas.
Los menores son testigos directos o indirectos, a veces instrumentos utilizados para provocar daño en la madre, pero también son víctimas. No son meros apéndices de la madre. Son personas con identidad propia, cuyo sufrimiento traspasa los conocidos como “secretos de familia” y puede enquistarse en secuelas tales como agresividad, miedo, aislamiento, desconfianza. Son personas que necesitan apoyo psicosocial y atención especializada para tratar de superar sus experiencias traumáticas.
La fórmula no es recortar el reproche legal a quien habitualmente tortura y atenta contra la dignidad de la esposa en presencia de menores. El camino es seguir implantando la Ley Integral y hacer visibles a los niños y niñas como personas doloridas en su condición de víctimas de la violencia de género.
Inmaculada Montalbán es presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género (OVDyG).

EL ENTUSIASMO DE DOS MUJERES

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Puri Causapié, Secretaria De Igualdad de la ejecutiva federal del PSOE y Vicepresidenta de la Internacional Socialista de mujeres, reflexiona en nuestro programa radiofónico, sobre la salud de las políticas de igualdad en la España de las desigualdades: aborto, paro femenino, desarrollo de la ley orgánica de igualdad, liderazgo europeo de mujeres, paridad, crispación social, etc

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Teresa Giráldez irradia entusiasmo. En nuestra entrevista nos explica su visión de la discriminación de las mujeres científicas e investigadoras en los puestos de liderazgo.  Teresa, bioquímica, es Investigadora independiente del Hospital Universitario Nuestra Sra. de La Candelaria, de Tenerife. Fue la primera mujer científica, que no trabaja en un laboratorio estadounidense, en recibir el prestigioso premio «Margaret Oakley Dayhoff» de la Sociedad Biofísica de EE.UU.

Sin duda dos grandes profesionales, dos mujeres entusiastas y con unas responsabilidades que les apasiona